También habló sobre su fundación y la importancia de River
Por Luis Capriotti
Guillermo Marro es un
atleta paralímpico de natación que nació el 1º de junio de 1983 en Pergamino.
Empezó a nadar de muy chico por recomendación médica por una antropófosis, una
enfermedad congénita deficiente de la musculatura que no le permitió caminar.
“Me incliné por la natación porque mis hermanos mayores nadaban y quería seguir
sus pasos”, manifestó. Su debut Paraolímpico fue con tan solo 16 años en Sidney
donde consiguió la medalla de Bronce además de romper un record mundial en la
serie clasificatoria. Luego ganó la medalla de Plata en Atenas y volvió a repetir
el Bronce en Beijing aparte de ganar dos preseas en distintos Campeonatos
Mundiales. En los últimos Juegos de Londres fue el abanderado de la delegación
Argentina donde en una serie de clasificación de 100 metros espalada
estableció su propio record personal pero finalmente terminó 5º en la final y
se llevó un diploma. En 2003 entró a River Plate donde junto con los dirigentes
se creó “River sin barreras”, un espacio para deportistas paralímpicos que
tiene atletismo, fútbol, básquet y volley para ciegos además de natación. El
“Tiburón” como se lo conoce popularmente, tiene su propia fundación en la que
se encargan de ayudar a los atletas de elite, realizar cursos de capacitación
para docentes -y deportistas y organizar eventos deportivos para recaudar fondos.
¿Qué balance haces de tu participación en los juegos de Londres?
- Creo que sin duda fue
una participación muy buena, al margen de que Argentina es un país muy exitista
y que lo que más valoran es la medalla, sé que estoy en uno de mis mejores momentos,
ya que con 29 años hice mi mejor marca histórica y eso me dio el empujón para
decidirme llegar a Río 2016.
¿Cuáles eran los objetivos?
- Sabíamos que el podio
estaba mucho más que complicado, ya que había cuatro nadadores que habían
bajado de la categoría superior a la mía (clase S7). Así que el objetivo era
poder estar entre los 5 mejores del mundo y haciendo un nuevo record argentino.
Por suerte el trabajo dio su fruto y volvimos con lo que fuimos a buscar.
¿Cómo fue la preparación?
- Fue muy dura e
intensa, estando en muchos detalles que nos iban a dar ese plus en el momento
de la final. Junto a mi entrenadora Marcela Belviso, realizamos un cambio de
horario tres semanas previas a viajar para poder llegar con el horario
londinense y entrenar con tranquilidad lo que nos quedaba previo a la carrera.
- La vivencia en la
villa fue bárbara, y la verdad que fuimos con un equipo que la hacía aún mejor,
todos nos llevábamos muy bien y eso está bueno para poder convivir tantos días
juntos.
¿Qué sentiste cuando te dijeron que ibas a ser el abanderado de la
delegación Argentina?
- Lo primero que sentí
fue una alegría inmensa, era algo que venía soñando hace tiempo, y poder
cumplirlo en mis cuartos juegos, le daba un tinte especial, y más porque me
habían elegido por unanimidad. Lo segundo fue un honor muy grande y lo tercero,
mucho nervio, ya que era la primera vez que hacia algo así y eso conlleva una
gran responsabilidad.
¿Cómo fue la experiencia de participar en cuatro juegos Olímpicos?
- La verdad que si la
experiencia de participar en uno ya es increíble, ni te cuento en cuatro. En
cada uno vivís cosas nuevas y aprendés muchas otras que te sirven para la vida.
-
Obtuviste tres medallas olímpicas a lo largo de tu carrera, ¿cuáles
fueron las sensaciones en esos momentos?
- La verdad que
lógicamente las tres tuvieron distintas sensaciones. La primera junto con la
alegría, venia la bronca, porque en la serie preliminar había hecho un record
mundial y tenía todas para ganar el oro, pero la inexperiencia y los nervios
hicieron que quedara en tercer lugar. La segunda fue una medalla de plata, que
la disfruté mucho, no sólo por subir un escalón en el podio, sino porque en
esos momentos estaba en un conflicto con la federación, la cual no me había
dejado competir en todo el año, así que esa medalla demostró que por más que me
pusieran piedras en mi camino podía conseguir lo que me proponía. Y la tercera
fue nuevamente un bronce, que costó mucho conseguir porque fue una carrera muy
dura, pero la verdad que esa medalla la tomé como una de las más importantes,
por lo duro que había sido conseguirla.
¿Qué se significa el Enard para un atleta paraolímpico como vos?
- La verdad que la
llegada del Enard generó un gran cambio en el deporte, no sólo olímpico, sino
también paralímpico. Hoy en día uno se siente totalmente respaldado con una
entidad así y se quita muchas preocupaciones de la cabeza.
Actualmente presidís una fundación que lleva tu nombre, ¿de qué se
encarga?
- Es para la promoción y
el desarrollo del deporte de elite, y la ida es alivianarles el camino a
algunos deportistas y que puedan tener una carrera más llevadera. Actualmente
realizamos cursos de capacitación para docentes y deportistas, y organizamos
eventos deportivos para recaudar fondos.
¿Qué se significa River Plate a nivel institución en tu vida?
- El poder representar a
una institución como River es grandioso, siempre soñé con competir para un club
de tal magnitud y River es uno de ellos. Desde que estoy en la institución
tengo otra tranquilidad para mis entrenamientos y competencias ya que sé que
están para lo que necesite. Además tengo dentro del Comité Paralímpico
Argentino (Copar) al presidente de “River sin barreras”, así que la tranquilidad
es aún mayor.
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