Los certificados de aptitud física enmarcan posibles
relaciones
económicas entre el futbol de salón y un instituto de salud
Por Bruno Camusso, Jonathan Reimondi y Pamela Roldán
Todos saben, porque lo
leyeron en algún lugar, lo escucharon por el boca a boca, o lo recomendó algún
médico; que el deporte es bueno para la salud. Su práctica produce una
sensación de bienestar que otorga plenitud a la persona que lo realiza. Pero a su
vez, para que esto resulte al cien por ciento, es muy importante que todos los
aspectos del mismo estén bajo los parámetros de normalidad. No solamente el
plano propio de la actividad, sino lo que rodea a ésta. Es decir, las
cuestiones que se enmarcan bajo la burocracia y/o las bases institucionales de
un club, entidad deportiva o federación. Y muchas veces, son estas mismas cosas
las que se ven afectadas. Tal es el caso de las irregularidades en las
revisaciones médicas en el fútbol de salón.
Está reglamentado que un deportista federado
en la ciudad de Rosario debe realizarse un estudio médico anual, para
corroborar que su estado de salud es apto para desarrollar la competencia
deportiva. Por parte de la
Municipalidad se fueron implementando diversas ordenanzas que
intentan regular dichos controles de salud. Pero no siempre las normas se
cumplen al pie de la letra.
La ordenanza N°2403/79 y sus complementarias
permiten a los jugadores poder realizarse estos estudios en cualquier
consultorio aprobado por el departamento médico de la Subsecretaría de
Deporte y Recreación de la
Municipalidad de Rosario, inclusive el consultorio ubicado en
Ovidio Lagos y 27 de Febrero, en donde se otorgan dichos servicios a un costo
económico muy bajo. Pero la Asociación Rosarina de Fútbol de Salón (Arofusa)
parece no estar al tanto de esto.
Los jugadores que integran esta institución
son derivados mediante indicaciones de la misma entidad que los ampara a
realizarse estos chequeos en Med’s, un centro médico especializado en medicina
deportiva, ubicado en Córdoba 5861. En este lugar, el costo de los estudios
ronda los 60 pesos, mientras que en el consultorio de la Secretaría municipal el
precio es mucho menor: hasta fines de 2011 el costo era de dos pesos.
Es por esto que se instala el interrogante y
surge la pregunta: siendo que la realización de estos estudios puede ser más
accesible económicamente en otro centro de salud, ¿por qué Arofusa deriva a los
jugadores a este establecimiento? ¿Existe algún tipo de relación entre la Asociación y el centro
médico?
Pablo Pérez, secretario de la Dirección General
de Recreación y Deportes, reafirmó la cuestión anteriormente planteada. “Los
deportistas federados deben realizarse un control médico anual, esto significa
que un profesional los habilite para la práctica deportiva. La ordenanza
estipula que hay un órgano que hace la revisación médica, el departamento
médico de la Secretaría
municipal de deporte”, expresó.
A continuación agregó que “también las
asociaciones pueden pedir un permiso para que sus deportistas vayan a
realizarlas a un consultorio privado habilitado por la Municipalidad, pero
existe la posibilidad de que puedan venir a buscar esa certificación acá”.
Muchos jugadores desconocen esto y sólo siguen
las indicaciones de la asociación. Tal es el caso de Luciano Ramírez, defensor
de la Asociación
Cristiana de Jóvenes (ACJ), quien manifestó no estar al tanto
de esta ordenanza. “Se bajó la imposición desde Arofusa de que se tiene que
hacer la revisación médica en Med´s”, dijo.
- Otro protagonista del
mundo del futsal, quien vive en carne propia estas irregularidades, es Claudio
Pinto, tesorero de Unión Argentina. “El único lugar es ése (Med’s)”, dijo el
directivo. Además contó la siguiente particularidad: “Los certificados que
entregaban el año pasado venían con el logo de la Municipalidad y una
inscripción que decía dos pesos. Pero te la cobraban 60, entonces había algo
que no funcionaba”.
También agregó: “Más allá de la plata, no
importa el número, interesa la medida de por qué se daba eso. Y el centro
médico respondió que sólo es una inscripción, un sello, producto de que los
certificados son traídos por la Municipalidad, pero ellos cobran su servicio”.
Pinto, a sabiendas de la ordenanza, expresó su incertidumbre al confesar que no
entiende “por qué Arofusa ordena a sus jugadores a acudir ahí si existen otras
posibilidades”.
Por su parte el secretario de Arofusa, Carlos
Haro, se refirió a este tema y sostuvo: “Nosotros no tenemos nada que ver,
simplemente la Municipalidad
nos obliga a que cada representante deba tener esa revisación”. Y complementó:
“La revisación se hace en Med´s, no solamente para nosotros sino para todos los
deportes federados. Únicamente se hace ahí, porque eso no lo disponemos
nosotros sino que lo estableció la Municipalidad”. Esta declaración se contrapone a
lo declarado por Pablo Pérez, cuando éste hizo referencia a la libertad que
tienen los jugadores para poder asistir a cualquier centro de salud habilitado
por la
Municipalidad. Luego, contradiciéndose a sí mismo, Haro
declaró: “Mientras que a mí me traigan el cartoncito ese que trae la Municipalidad, no
hay problema en donde se revise”.
En tanto, desde Med´s negaron rotundamente
tener alguna especie de vínculo extra con la Asociación de futsal.
Fernando Cabina, directivo del centro médico, se refirió al tema y dijo:
“Directamente no, sólo brindamos un servicio habilitados por la Municipalidad. Sí
hicimos un ofrecimiento a diversas asociaciones para trabajar en conjunto.
Brindamos un buen servicio y eso hace que las instituciones confíen en
nosotros”. Después volvió a negar una relación entre las dos entidades: “No hay
un trato peculiar, sino el mismo que con todas. Las asociaciones acuden a
nosotros porque a ellos les parece bueno y organizado nuestro trabajo”.
Poniendo en el centro de la escena el supuesto
vínculo económico que une a estas dos instituciones con relación al costo de la
revisación médica, los actores principales de estas supuestas irregularidades
reniegan de esta cuestión. “El cobro es ajeno a la organización, queda para ahí
(Med’s) o para la
Municipalidad. Nosotros no tenemos nada que ver”, sostuvo
Carlos Haro. Mientras que Fernando Cabina mostró su indiferencia respecto al
tema. “No estoy al tanto de lo que hace Arofusa, no sé cómo se manejan.
Nosotros atendemos a quien viene a sacar turno o a revisarse. Tenemos la
habilitación municipal y a raíz de eso revisamos a quienes vienen”. De esta
manera, bajo ningún punto de vista se esclarecieron las sospechas. Todos los
involucrados negaron tener algún tipo de relación aunque, ante esto, la duda
sigue.
El deporte seguirá siendo una sensación de
bienestar que otorga plenitud a la persona que lo realiza, pero esta sensación
se dará al cien por ciento siempre y cuando las cuestiones que se enmarcan bajo
la burocracia y/o las bases institucionales de un club, entidad deportiva o
federación encajen bajo los parámetros de la normalidad.
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