jueves, 28 de junio de 2012

Ballas, el hombre que le 
ganó por KO a las drogas
El ex campeón mundial de boxeo cuenta cómo pasó de estar en
la gloria a vivir en la calle a raíz del consumos de cocaína.

Por Román Garrone
Gustavo Ballas se convirtió en el primer campeón mundial argentino, invicto, de la categoría Gallo Junior tras vencer al coreano Suk Chul Bea en el round 11, el el 12 se septiembre de 1981. Pero después de llegar a la cima del pugilismo cayó en las drogas y en el alcohol hasta el punto de vivir en la calle. Con el tiempo pudo salir y se dedicó a dar charlas sobre adicciones. Esta leyenda del deporte nacional, que se crío con su padre y sus hermanos, ya que su madre los abandonó, hizo un repaso sobre su vida: a  los 10 años  tuvo que dejar el colegio y salir a la calle para llevar unos pesos a la casa, trabajó de lavacopas en un bar de Villa María y luego comenzó su carrera de boxeador, disciplina en la que tenía como ídolo a Nicolino Loche.

¿Cómo empezaste a boxear?
Cuando estaba en el bar limpiando las copas, escuchaba radio Rivadavia donde peleaba quien para mí el mejor boxeador argentino: Nicolino  Loche. Y es en ese momento en que decidí ser alguien en la vida y empecé a boxear. Me llamaba la tensión la manera de pelear de él y quise imitarlo.
 
¿Cómo fueron los primeros entrenamientos?
Fue algo raro cuando me vieron por primera vez en el gimnasio. Yo era flaquito, menudito y todos dijeron: “¿Qué hace este pibe acá? Fue tanta la insistencia, que al final me dejaron entrar, de una me pusieron los guantes y un negro grandote frente a mí. Y como yo quería ser como Nicolino, lo primero que hice fue ponerla la cara y bajar los brazos para esquivar las trompadas, pero de dio una paliza tremenda. No arrugué y al otro día fui de nuevo, pasó el tiempo y quedé como boxeador.


¿Dónde fueron las primeras peleas?
Como boxeador amateur disputé cerca de ocho peleas en Villa María, donde las gané a todas. Mi entrenador era Alcides Rivera y luego fui a Mendoza.  Ahí conocí la escudería de  Francisco "Paco" Bermúdez, donde entrené cuatro meses en un rincón sin poder usar la bolsa de box, porque los más grandes no me dejaban. Hasta que escucho que alguien me llamó y me tocó hacer guantes con Modesto Gómez. Era mi oportunidad de pegar el salto y así fue como empezó mi carrera profesional. A los 19 años ya llenaba el Luna Park y me comparaban con mi ídolo. Un cambio rotundo para mi vida.

¿Estabas preparado para este cambio?
No. Yo cuando volvía a Villa María iba a los bailes y siempre bailaba con la más fea. Claro, yo era el “negrito” que lavaba copas. Cuando iba a Buenos Aires, hacía presentaciones en los boliches, bailaba con la cara bonita y la de mejor perfume. No estaba preparado. A mí en mi casa me prepararon para dar golpes y recibir.

¿Por qué fuiste a Mendoza?
Porque averigüé donde entrenaba y vivía Nicolino. Yo quería conocer a la persona que tanto admiraba. Agarré un bolsito, donde llevaba más ilusiones que ropa, y partí para Mendoza. Me ayudó mucho el doctor cardiólogo  Titole de la Mayore.

¿Cómo era tu relación con Nicolino Loche?
Muy buena. En esos cuatro meses donde estuve entrenando en Mendoza, aprendí mucho de él. Un día, en un entrenamiento, me esperó para llevarme a mi pensión, algo raro en él, debido a que siempre que él terminaba se bañaba y se iba.



Yo tenia una alegría impresionante,  hizo tres cuadras y frenó. Me dijo: “No te voy andar con vueltas. Tenés que viajar a Córdoba porque murió tu padre”. No lo podía creer, tenía 16 años. Fui a la pensión para buscar mi ropa y él no me lo permitió. Me dijo, “andá así como estás, porque si te vas con la ropa, no volvés más y Mendoza pierde un campeón del mundo”. Y era cierto, si yo me iba con la ropa, no volvía más. De ese entonces no me despegué más de él. Fue un tipo excelente. Lamentablemente le fue mal económicamente por ser buena persona, ayudaba a todos y yo siento que estoy en deuda con él ya que no pude estar en su velorio cuando el falleció. Estaba en Neuquén, por el tema de las charlas. Estaba en la habitación del hotel cuando me llamó mi señora y me dijo que ponga Crónica. El título era Murió Nicolino Loche. No lo podía creer. Como boxeador Nicolino hizo un arte del box, el arte de no dejarse pegar.  

¿Cómo llegaste a Buenos Aires?
Cuando estaba en Mendoza entrenando, justo ese día va a ver el entrenamiento Ernesto Mirreim y me vio haciendo guantes y enseguida llamó  Tito Lecture para contarle algo. Que estaba viendo al Nicolino Loche en miniatura. Yo me enteré de esto porque después me lo contó él.  Así es que caí en Buenos Aires y a los 19 años peleaba en el Luna Park, donde realicé la mayoría de mis combates.

¿Qué recuerdos tenés de la pelea del título que ganaste en el 81?
Fue algo impresionante. Recuerdo que el árbitro me decía que pare la pelea, porque yo no daba más del dolor de muñeca. Esto lo sabían muy pocos porque la prensa no lo contó. Yo no sabia que estaba quebrado, sino me hubiese bajado. No era muy guapo, me subía al cuadrilátero para divertirme. Disfrutaba haciendo que el rival erre golpes. Pero lo que más recuerdo es que volví a ver a mi viejo, en la imaginación. El ya había fallecido.

Después de ganar el título, ¿qué pasó con tu vida?



Viene una etapa muy difícil. Ya tenía problemas con el alcohol. Pero me metí en la farándula, donde ya vivía como ellos, ya me creía un actor, estaba con las caras más bonitas. Fue en un departamento de estas caras bonitas, donde conocí la droga. Arranqué por curiosidad y cada vez necesitaba más y más. En eso perdí el título en la primera defensa. Luego me dieron dos oportunidades más y las perdí de nuevo. No estaba metido en el deporte. Estaba en otra, tenia problemas psicológicos y problemas con mi primer matrimonio. Luego decidí vender una casa que tenía en Mendoza y pensé en llevar a mi familia a Buenos Aires, pero otra vez las luces de Buenos Aires me encandilaron y compré alcohol y droga. Me olvide de mi familia, yo los abandoné. Cuando se me terminó ese dinero, los amigos del campeón se abrieron y empezó la peor etapa de vida. Empecé a deambular por las calles de Buenos Aires, estaba todo sucio, mugriento, me hacía pis encima, un desastre. Recuerdo que la gente, a pesar de todo me reconocía y me daba plata para comprar comida, y yo salía corriendo a comprar drogas. Estaba  enfermo, no me importaba  la familia, solo las drogas. Dormí en plazas, en las bocas de subtes, donde un día me desperté y había dos cirujas al lado mío tapados con cartón, y  dije no puedo ser esto, lloré sin parar. Me dolía todo, hasta el alma. Baje los brazos, y siempre digo que las drogas me ganaron por nocaut. Como un cobarde tomé la decisión de suicidarme. Mi vida no tenía sentido, no había razón para vivir. Decidí tirarme debajo del subte, pero cuando vi llegar semejante aparato me arrepentí. Luego llegué a robar para comprar. Robé un video club con un arma de juguete y asalté a un taxista con un tenedor. Por suerte me agarraron a los diez metro y caí en la cárcel de Caseros, donde hice un clic en mi vida. Me ayudaron a salir, hasta tal punto que en la actualidad, doy charlas por todos lados sobre el tema de drogas.

¿Cómo es eso de las charlas?
Una vez que salí de la cárcel, volví a Villa María, donde la gente me buscaba porque sus hijos o familiares tenían problemas de drogas y querían que los ayude. Yo en ese entonces tenía una motito blanca y con esa iba para todos lados. Después fui hablar con la Municipalidad, donde presenté un proyecto y arrancó el Centro Municipal Integral de las Adicciones, dependía de dos programas, uno era Vida para problemas alcohólicos y otro para adictos a las drogas. Después fui a Buenos Aires donde me mandaron a capacitarme en la Universidad del Salvador en el Instituto de Prevención de la Drogadependencia, y  egresé como Socioterapeuta en Adicciones y actualmente estoy disertando Charlas-Debate de Alcoholismo y Drogadicción y tengo mí propio consultorio.

¿Tenes algún proyecto?
Sí. Acá en Villa María se va armar un campo deportivo muy grande, donde quiero poner una escuela de boxeo recreativo para que vaya la gente grande aprender box y competitivo para aquellos que quieran ser boxeadores, pero con el requisito de que cada cuatro meses nos muestren las libretas. No quiero más Gustavo Ballas, “Mono” Gatica ni Rodrigo Barrios, quiero todos “Maravilla” Martínez.  

La pelea más difícil, ¿fueron  las drogas?
Sí, porque fue contra mi vida. Gracias a Dios le puede ganar. Pero ojo, esta pelea lleva ya 20 años y no hay round final, es una pelea que nunca termina. Yo voy hacer alcohólico y drogadependiente recuperado. Nosotros no nos curamos, nos recuperamos. Si yo estuviera curado, podría volver a tomar alcohol y drogas, y no puedo. Todas las mañanas me levanto, me miro al espejo y digo: “Hoy no voy a consumir alcohol ni drogas.

¿Alguna anécdota?
Recuerdo una cuando volví por segunda vez a Villa María, porque la primera fue cuando caí en una autobomba festejando el título mundial y mostrando el cinturón, que entro a Villa y veo afiches que decían partido homenaje a Gustavo Ballas. No lo podía creer yo. Tuve que  ir a la cancha donde estaba llena de gente y los jugadores de primer nivel. Tenía mucho miedo de cómo me iba a tratar la gente, porque la primera vez caí con el título, pero ahora venía de ser un desastre. Miedo a que la gente me gritara cosas feas. Entré con la cabeza gacha, los ojos cerrados y esperaba lo peor. En el sentido de que la gente me gritara drogadicto o alcohólico. Todo lo contrario sucedió. Cuando escuché el grito de “dale campeón, dale campeón”, me quebré, como hasta el día de hoy que lo cuento. Fue algo maravilloso. Nunca me voy a olvidar de eso.



 ¿Qué mensaje le dejas a los pibes que consumen?
 Algo que digo siempre cuando finalizo las charlas. Si van caminando por la calle y ven mierda, ¿qué hacen?, la esquivan o la pisan y todos responden: “La esquivo”. Entonces el día que le ofrezcan drogas esquívenla, porque  la droga también es mierda.


jueves, 14 de junio de 2012

 El voley de Newell’s, con un presente memorable

 Por Nicolás Paladini           
 Luego de 14 años de represión en la institución y sin deportes amateur, Newell´s Old Boys logró un cambio radical y pudo integrar actividades profesionales como la del vóley. El club del Parque de la Independencia, a cargo de Guillermo Lorente, rearmó, abasteció y resurgió de la malaria que generó el ex presidente Eduardo López. El Rojinegro ahora dejó de ser solamente fútbol y encaró nuevamente la vida polideportiva y social. Polirubro Deportivo se interiorizó profundamente acerca de uno de los deportes que se practican hoy en día y para ello dialogó con Silvana Lucero y Victoria Marino, jugadoras federadas y de la Primera División del vóley. Ellas contaron las funciones que llevan adelante y cómo se armó toda la disciplina.  

El año pasado reapareció en la institución por medio de un proyecto impulsado por Silvana Lucero. El trabajo se presentó como deporte amateur a los encargados Pablo Lozano y Luis Góngora, y luego de dos años se lo aceptaron. Su proyecto consistía en unir el vóley y Newell´s. En los comienzos se hicieron prácticas recreativas sin partidos oficiales, sólo con algunos encuentros amistosos. Hasta que, cinco meses atrás, comenzaron a competir con un grupo que tiene una base con trayectoria, sobre el que Lucero detalló: “Estamos bien, las chicas que vienen tienen una experiencia en otros equipos, entonces el plantel formado tiene un buen nivel y a medida que van pasando los cotejos nos vamos conociendo entre todas, y eso va mejorando en el tema social y deportivo”.


 La actividad fue tomando forma. En la semana se entrena los días lunes y jueves, en el Parque, de 21 a 23 y los martes se dedican a lo que es más físico y técnico en el club Sporstmen Unidos, por tener un espacio más amplio para las prácticas que están a cargo de Pablo Guliano. Por eso, Lucero opinó acerca de ir hasta la institución que queda en las calles 1º de Mayo y Cerrito, y comentó: “Preferimos venir todos los días a Newell´s para aprovechar nuestro gimnasio y realizar las actividades acá, ya que las chicas pagan sus cuotas pero no tenemos un lugar para desarrollar correctamente los trabajos. Pero hoy en día es así y aunque nos quede cómodo o no, tenemos que asistir. Tratamos de estar todas, el grupo en ese caso se comporta bien y logramos presenciarlo para no perder el ritmo de las jugadas tácticas y técnicas”.
 Posteriormente aclaró que Newell´s es futbolero y se depende mucho del rendimiento de ellos para que no decaigan los otros deportes. Sobre eso dijo: “Si el fútbol anda bien, las disciplinas amateur les va de la misma forma. Es una regla. Cuando van mal las cosas por ese lado se baja el funcionamiento y dejan de venir los socios. Para nosotras es un incentivo que el equipo ande correctamente porque nuestro punto y encuentro son los colores. Nos unen dos pasiones, el fútbol y el vóley”.
 En el presente las chicas tienen un destacado campeonato sumando hasta el momento tres victorias y una sola derrota con Talleres en Villa Gobernador Gálvez. Su último triunfo fue el 11 de junio en el estadio del futsal, ante el Club Atlético Timbuense por la fecha 4 de la Asociación Rosarina de Voley: se quedaron con el encuentro por un 3 a 0 con parciales de 25-12, 25-3 y 25-10. Se caracterizaron por el buen juego, saques definidos y correctos bloqueos. Al finalizar el partido, Victoria Marino dijo al respecto: “El plantel está con grandes expectativas, formamos hace casi un año un grupo con jugadoras de Primera, nos federamos y estamos compitiendo en la Liga Rosarina. Este presente es súper positivo para un conjunto que se inició hace muy poco”. Posteriormente dijo que el resultado de ir a entrenar, de no faltar y dar lo mejor en cada encuentro tiene un mérito grande. Trabajan mucho lo que son actividades con pelota y subrayan lo fundamental que es el saque, porque se inicia la jugada para ambos lados, y la recepción.
 Por último la impulsora del vóley en Newell's, Silvana Lucero, expresó que van a seguir mejorando, que en lo personal para cada una lo principal es corregir lo técnico, por ser lo más débil en lo individual, y en lo grupal hay esperanzas y un estado anímico aceptable.
 Esta es la historia dentro del vóley de los clubes que durante muchos años no contó con una vida polideportiva y que sólo tuvo pasión futbolera. Afortunadamente, en la actualidad surgen con firmeza otras actividades.
BIKE POLO, la nueva excusa para divertirse

 Por Marcelo Cabral
 Cuando uno menos espera o cree que vio todo, siempre hay una oportunidad para ver algo nuevo e inusual. En la Plaza Cooperativa, ubicada en Mitre y Tucumán, se puede ver a un grupo de chicos que se llaman Camorra Bike Polo que practican una disciplina bastante particular: bike polo, o bici polo al español.

Con una breve introducción de cómo es el deporte, su esencia y su juego, Manuel Moreno Fioravantti, una especie de ayudante, técnico y árbitro de Camorra, contó la historia de este grupo de chicos y chicas que juegan el bike polo. En Rosario, se dio inicio hace aproximadamente dos años cuando tres chicos se juntaron a jugar en esta plaza, armaron su equipo que se llamó Camorra Bike Polo. De a poco crecieron los participantes y todos bajo el mismo combinado, por lo que se decidió que se armen equipos de dos o tres y estén todos bajo un mismo nombre, o en otras palabras como una especie de federación. “Eran muchos chicos, hoy en día hay seis equipos activos: los Hanawa Blood Savage, los Trogloditas, las Ponis, los Ph`s, los Rainbow Monsters y la Rústica. Todos esos bajo un mismo nombre Camorra”, expresó Fioravantti.


 El polifacético polista en bici también explicó que “no es un deporte de un sólo sexo, se pueden jugar ambos y hasta equipos mixtos, lo que sí hay que tener relación es con la parte física, ya que no es la misma la contextura de una mujer que la de un hombre”.
Este grupo se junta todos lo viernes y domingos a las 18 y los domingos ayudan a reparar bicicletas por una donación a voluntad, todo esto para el clubes. Son un grupo de gente trabajadora, que gana su dinero pero ayudan al resto si es necesario, son muy cordiales y sociales. “Ahora nos estamos preparando para lo que va a ser el Torneo  Nacional, el 7 y 8 de julio próximos –comentó Fioravantti-, donde asistirán clubes de Buenos Aires, Chaco y de Villa Constitución, como también gente de Córdoba pero no para competir sino de exhibición, ya que recién comienzan a jugar”.

 Algo que llama la atención es el material de los tacos, se trata de caños de gas que se consiguen más fácilmente. Los palos son importados, que son mas resistentes y más livianos, aunque hay chicos que usan palos de remo.

 Cristian Jerez, uno de los jugadores, comentó que “las bicicletas son cualquiera, playeras, de paseo, mountain bike, las que mejor se adapte a cada uno, pero lo que sí se trabaja es en la relación plato y piñón para tener una mayor salida y maniobrabilidad en el juego”. Al hablar de maniobrabilidad se nota como algo llamativo que los manubrios son cortos. “Es para que uno no se choque con los manubrios al intentar golpear la boche”, aclaró Jerez con gesto cómico.

 Ambos entrevistados coincidieron que este deporte utiliza elementos de otros, como por ejemplo los cascos que son de softball o para practicar skate, los guantes son de hockey y las bochas de street hockey. Éstas últimas son de alta densidad, por la fricción que se genera en el juego, ya que si fueran de menor densidad absorberían la energía y no la transmitirían a la cancha. Otro aditamento que tienen las bicicletas son plásticos en las ruedas que tapan los rayos. “El plástico que tienen en la rueda es por una cuestión de seguridad, ya que si con el taco se trata de pegar a la bocha, y erra el golpe y le pega a la rueda, ésta puede entrar a los rayos y provocar una caída”, dijo Jerez.
 Algo que se resalta al observarlos es la camaradería entre cada equipo y hasta con los que quieren observar, quienes son invitados a jugar ofreciéndoles los elementos necesarios. Fioravantti comentó que “la Municipalidad (de Rosario) sólo brinda la posibilidad de jugar en esta cancha” y que a lo mejor le den una mano para recibir a la gente que viene al torneo.
 Para finalizar, al consultarles sobre si creen que tenga posibilidades de crecer en un futuro cercano, tanto Fioravanti como Jerez aclararon que tiene que ver con el crecimiento del ciclismo como modo de transporte alternativo. “La realidad es que es mucho más difícil que otro deporte, el lugar físico para jugarlo o para el torneo que se tienen que movilizar ellos, buscando sponsor, alquilar el lugar, juntar plata”, remarcó el primero, en tanto el segundo agregó: “Lo nuestro es muy a pulmón, pero con muchas ganas y empeño. De a poco vamos aprendiendo”.

 Historia de palo y bocha
 Este deporte es una variante del polo pero, en vez de utilizar caballos, usan las bicicletas. Sus inicios se remontan al año 1890 cuando el irlandés Richard J. Mecredy inventó este deporte. Tras idas y vueltas en diversos países, en 1996 se jugó el primer mundial de bike polo en Estados Unidos, donde países como India y Canadá participaron y el país asiático fue quien se quedó con el campeonato.

  Así se juega al ‘polo adaptado’

 Para jugar al Bike Polo se necesita una bicicleta, que no debe tener elementos punzantes o piezas que sobresalgan y que puedan dañar a otro jugador; una maza, donde las cabezas no deben ser metálicas, cortantes o peligrosas y donde el palo que sostiene a la maza debe ser resistente y liviano. También los jugadores deberán llevar un casco para protección (aún mejor si es con rejilla) y otros elementos como rodilleras, coderas y guantes.
Es un juego donde se desarrolla en piso duro, en una cancha de 40 metros por 20, con dos arcos (de 1,5 metros de ancho) y unos 50 centímetros de altura en cada extremo de la cancha (como mínimo y depende de los lugares) a 1,5 metros de distancia del fondo. Los jugadores no serán más de tres por equipo y contarán con dos campanas, situadas en la mitad de la cancha, uno en cada lado.

 Para dar comienzo al juego los jugadores de cada equipo deberán situarse detrás de la línea del arco y la bola colocada en el centro de la cancha. El juego comienza cuando empieza el grito “3, 2,1, POLO”. Dependerá de la estrategia de cada equipo si desean buscar la bola uno, dos o los tres jugadores. Los partidos duran 10 minutos o a 5 goles lo que ocurra primero. En algunos torneos las finales duran 15 minutos pero no más, por el desgaste físico que tienen los jugadores. Los goles sólo se podrán realizar con la punta de la maza y no con los laterales (suffle), aunque sí es valido realizar esta maniobra para arrastrar la bola hasta la mitad del campo de su equipo. Una vez realizado el gol, el equipo que lo marco deberá ir detrás de la línea  de su propio arco y no podrá moverse hasta que el equipo que posee la bola cruce la mitad de la cancha.

Más reglas. En este deporte existen tres tipos de faltas leves, grave y muy grave:
Faltas Leves: No se puede tocar el piso, si ocurre esto deberá tocar una de las campanas
Faltas Graves: No se puede lanzar el palo, obstaculizar el juego si ya se había cometido una falta, no se puede cargar intencionalmente a un rival. La sanción para este tipo de faltas son tocas dos veces la campanas
Faltas muy Graves: Todas aquellas que van en contra del buen juego, esta sanción es la expulsión del jugador por 2 minutos. El contacto es valido solamente bicicleta con bicicleta, palo con palo y rider con rider.


miércoles, 13 de junio de 2012

CONSTANCIA Y TENACIDAD
Solvencia de una mujer

 Por Gisela Rodríguez
 La noche del domingo invitó a ser compartida con el básquet. Y vaya que las mujeres se unieron a esa consigna. En las tribunas, como de costumbre, pero esta vez dentro del rectángulo también dijeron presente. Olga Zuccio fue partícipe de la dupla arbitral del encuentro que enfrentó al Club Atlético Libertad y Newell’s Old Boys, por la fecha 8 de la Asociación Rosarina de Básquet.
 Con la prestancia que la tarea le exige, Zuccio se desplazó dentro de la cancha con soltura y rapidez. Corriendo al compás del balón y siguiendo cada instancia de la jugada desde bien cerca, para que ningún detalle quedara librado al azar. Con carácter y sin ningún dejo de miedo a la hora de sentenciar. La determinación fue su característica sobre el parquet de la entidad.

 El partido desarrollado en las instalaciones de Felipe Moré y Mendoza se denotaba especial. Entre pitazos y tiros a la red allá iba ella, derrumbando las barreras que una sociedad se encargó de construir. Un pasado ni tan remoto ni tan lejano, el de la discriminación de género, pero que en la noche del domingo supo romper cadenas.
 Mientras tanto la pelota siguió dribliando favorable al local. Newell’s Old Boys perdía credibilidad a cada paso a través de reiteradas falencias defensivas. Se cerró el primer tiempo con el silbato al compás, y un 36 a 31 en el tanteador.
 La segunda etapa, encontró a los árbitros con mayor trabajo, ya que se desplegaron una decena de jugadas conflictivas. Sucesiones de altercados permitieron a Libertad seguir convirtiendo en la modalidad de tiros libres.

Sumado a las conversiones de a tres, se determinó al local como justo ganador del encuentro.
 Y allí estuvo para el pitazo final. Olga Zuccio, la muchacha de la Rosarina, aquella que dispuso y reglamentó. Esa mujer de camisa gris que buscando dirigir un partido supo generar identidad, respeto y espíritu deportivo. Letras más, letras menos: un esfuerzo de lucha y superación.

domingo, 10 de junio de 2012

EL MOTOR CLUB DE CHAÑAR
Una actividad que aún
perdura en el tiempo
La entidad que fiscaliza las competencias automovilísticas
en el pueblo, lleva 53 años en actividad y sigue en marcha

 Por Bruno Camusso
 En la agenda deportiva nacional, sin duda que el automovilismo se lleva el segundo puesto después del fútbol en cuanto a convocatoria. Esa pasión por las carreras ha distinguido al país como uno de los pioneros en competencias automovilísticas deportivas y ha generado una gran gama de pilotos que se distinuió a nivel mundial.
 Con menos recursos y espectacularidad, pero a la vez con la misma intensidad, se vive esta disciplina en el sur de la provincia de Santa Fe, más precisamente en Chañar Ladeado, departamento Caseros, en donde el público fierrero se distingue con notoriedad.

 Un poco de historia
 La actividad comenzó en el pueblo allá por 1959, un 11 de mayo, cuando se fundó el Motor Club. En una época en la que las contiendas de velocidad estaban pasando por un gran momento a nivel nacional, no podía ser menos en un pequeño pueblo, que no por humilde iba a ser menos emprendedor a la hora de organizar todo lo relacionado a esta apasionada disciplina.
 Por iniciativa de muchos pero principalmente de Rogelio Oddino, se fundó la institución de motores en el pueblo. Oddino fue un firme e incansable impulsor del automovilismo local y logró convencer a los representantes de la comuna local de aquel entonces de que era necesario la realización de una pista que obviamente, se iba a construir en una zona alejada del sector urbano, pero aledaña y dentro de los límites del pueblo.
 Y finalmente el 11 de mayo de 1959 se logró lo que aquel trabajador siempre quiso y se fundó el Motor Club de Chañar Ladeado, en el camino que une al sector urbano del pueblo con la estación de ferrocarril del mismo.
 En la actualidad la pista lleva el nombre de Eduardo Ferroni, y es un circuito de tierra de 1300 metros de extensión que se encuentra ubicado dentro del predio. Esta pista combina zonas trabadas con partes muy rápidas y tiene cinco curvas y zonas de escape de tierra y pasto.El trazado del circuito está dado por una larga recta principal (frente a boxes) que desemboca en la primera curva. Luego se llega a una chicana amplia. Antes del giro a la izquierda, se encuentra una recta corta y opuesta que termina en el ingreso al amplio curvón, que desemboca en la recta principal.
 A su vez, el predio cuenta con un kartódromo sumado a la pista principal. Esta pista lleva el nombre de Rogelio Oddino, en homenaje a aquel incansable trabajador y promotor del deporte sobre ruedas del pueblo.

Allá por los años 70 se vivieron las mejores épocas del club, cuando se gozó de la mayor convocatoria de público en la historia. Fue en un período de tiempo en donde se organizaban las pruebas de la categoría Limitada Santafesina, con fecha fija puesta el 20 de junio de cada año.
 En la actualidad, la actividad en pista persiste en el Motor Club, pero los tiempos no son como los de antes. La historia ha cambiado en el mundo del automovilismo regional y ya no es lo que era, pero aún hay personas que creen que pueden seguir dándole vida a este maravilloso y apasionante espectáculo.


Con los fierros en el corazón
El personal es reducido pero suficiente como para que todo siga en marcha. En este caso dos miembros de la comisión directiva del club y apasionados por las carreras, otorgan sus sensaciones respecto a lo que significa el automovilismo en las categorías regionales del sur de Santa Fe.

Uno de ellos está cansado y se le nota en la cara. No fue una jornada laboral en el Motor Club, pero él está muy ocupado preparando los pedidos para su vinería, el tabajo al que se dedica día a día como medio de vida.
 Leandro “Turri” Cantarini es uno de los hombres que se encarga de la organización de las competencias deportivas automovilísticas en Chañar Ladeado. Uno de sus hijos, Gino, también comparte su pasión por los motores, ya que desde muy chico empezó a correr en karting y todavía lo hace hasta el día de hoy.
“Somos tres o cuatro que estamos en el Motor Club hoy a cargo, no hay muchos colaboradores que nos vengan a ayudar”, comentó Cantarini respecto a la cantidad de personal dispuesto a colaborar para que todo se lleve a cabo.

 “Las categorías que vienen son las del sur, fiscalizadas por la Federación Regional 4, y vienen seis categorías de karting y siete categorías de autos. Este año tuvimos una de autos y una de karting”, dijo referido a la variedad de categorías que recibe el autódromo local cuando se está en competencia.
 Santiago Semperini, otro miembro de la comisión directiva del Motor Club, acotó: “Las categorías de autos que participan son el TC Santafesino, TC 2000 Santafesino, Turismo Fiat 128, Renault 1400 Santafesino, Fórmula 2 Santafesina, Fórmula 1400 Santafesina y Promocional 1100 c.c. Son todas categorías regionales pero hay mucha variedad”.

 Además de los autos, Semprini es un apasionado por el fútbol y es hincha de Chañarense, club de la localidad. Al igual que Cantarini, tampoco se dedica de lleno al mundo de las carreras, sino que lo hace por pasión. Semprini es contador, tiene su propio estudio y también da clases de matemáticas en la escuela comercial del pueblo y realiza reemplazos en los otros establecimientos educativos de Chañar cuando tiene la oportunidad.
 “Hace poco tuvimos actividad, corrieron cuatro categorías de autos más los kartings, la verdad que fue un lindo fin de semana, se trabajó bien y mucho”, agregó. Semprini también comentó que “hacerse cargo del Motor Club, no sólo es ponerse de acuerdo para realizar las carreras, es un trabajo de todos los días”.
 Cantarini se sumó al comentario de su compañero y acotó: “Es muy complicado, por ejemplo, hay que armar el circuito que es de tierra así que siempre hay que hacerle algo, porque la lluvia te lo perjudica, porque crece el pasto, etc. También hay que organizar todo lo demás que tiene que ver con la carrera, que de eso se encarga Santiago, en lo que es el tema de bomberos, ambulancia, de la gente disponible para trabajar”.
 “De autos podemos llegar a tener tres carreras este año, y sí se hace complicado. Cada vez hay menos gente para trabajar y armar una carrera no se hace de un día para el otro”, agregó nuevamente “Turri”.
 En cuanto a la entrada de dinero que le genera al club la competencia, ambos aclararon que los ingresos apenas alcanzan para subsistir. Al respecto Cantarini comentó que “se gana plata en una carrera, no mucha pero algo se genera. No se gana tanto por las entradas, sino porque los pilotos también pagan una inscripción que es para el club, si los pilotos no aportaran ese dinero se trabajaría con pérdidas”.
 Cuando se acerca el momento de la competencia, los integrantes de la comisión directiva están completamente metidos en la organización de la carrera. “Es fundamental tener todo preparado de antemano para no tener que lamentar nada, el tema de la seguridad en la pista es fundamental”, dijo Semprini.
 Referido al momento de la competencia, Cantarini dijo: “Las pruebas se hacen el fin de semana antes de correr. En esas pruebas los pilotos van y vienen en el día pero no vienen todos, vendrán un 30 por ciento del total de los corredores”.
 Al momento de competir los pilotos se acercan en cantidades hasta el autódromo y ese también es un trabajo para los organizadores, el de poder encontrarles un lugar a todos los competidores. Cantarini comentó al respecto que “la actividad arranca los sábados a las 9 de la mañana y termina los domingos a la tarde. Algunos pilotos se alojan en hoteles, otros tienen colectivos, carpas, casillas y vienen el viernes a la noche y se establecen en el circuito”.

 Lógicamente, las carreras que se corren en Chañar Ladeado son sólo una parte de lo que representa ese sector de la federación regional. “De las categorías del sur de autos, están Villa Cañás, Venado Tuerto, Bigand y Chañar Ladeado. En karting aparte de estos cuatro clubes, se agrega Casilda”, comentó Semprini.
 Semprini también destacó que “es fundamental la comunicación entre los clubes, para que todos se puedan ayudar entre todos en cada fecha que se tiene que realizar”. El contador también resaltó las buenas relaciones que existen entre los distintos clubes de motores de la zona.
 “La federación llama a reuniones a principio de año para armar todas las fechas, en las cuales participan todos los clubes. Ahí tratamos de ponernos de acuerdo, pulir las cosas buenas y las malas y ver cómo podemos mejorar en la ayuda a los pilotos y cómo podemos avanzar para generar más ingresos”, dijo Cantarini.
 En años anteriores, cada vez que se corría una fecha de alguna de las categorías en el autódromo, el pueblo se movilizaba hasta la el predio y el ambiente se sacudía con el ruido de los motores sonando con toda potencia. Los organizadores coinciden en que en la actualidad, la actividad ha mermado y ya no moviliza tanto al público como antes.
 “El nivel de afluencia de gente bajo muchísimo, no se si será por poder adquisitivo o que, pero se está terminando lo que son las ganas en el automovilismo. Las peñas no tienen los integrantes que vayan a armar los autos, así mismo cuando hay carrera no se arman las peñas para ir a comer el asado, entonces ha bajado mucho la cantidad de gente, diría que bajó más de la mitad de lo que era hace cinco años atrás”, dijo Cantarini.
 “Antes era una fiesta cuando las categorías se acercaban al pueblo, hoy por hoy se vive diferente”, opinó Semprini. El contador también manifestó que “la concurrencia aumentó un poco en el último tiempo debido al karting y la presencia de pilotos del medio local”.
 También aclaró que muchos de los que actualmente se adentraron en el mundo del karting lo hacen a modo de pasatiempo y muchas veces los aficionados locales se reúnen en el circuito para correr entre ellos por pura diversión. Entre risas agregó que esa diversión tiene apuestas de por medio entre los competidores, pero que todo se desarrolla en un ambiente muy sano.
 Igualmente Cantarini opinó que “a pesar de todo la asistencia es muy buena”. El dueño de la vinería igualmente hizo una diferenciación y dijo: “Hoy estamos manejando un parque de entre 100 y 110 autos, pero no llegamos a las mil entradas. Hace siete, ocho o 10 años atrás, el parque era de entre 35 y 40 autos y se pagaban como mínimo unas 2500 o 3000 entradas”.
 A pesar de todas las dificultades, estos hombres siguen firmes y trabajan con auténtica pasión para mantener viva la llama del automovilismo local. “No es un trabajo fácil, se reniega pero mentiría si dijera que no me gusta, la verdad es que soy tan fierrero que disfruto con el hecho de poder adentrarme en algo que me apasiona tanto y mientras pueda lo voy a seguir haciendo”, culminó Semprini.
 Así está la actualidad del automovilismo en Chañar Ladeado. Nada ostentoso, sino más bien con pocos recursos y hecho enteramente a pulmón, pero manteniendo esa pasión por las carreras que hacen al automovilismo deportivo lo que actualmente es en el territorio argentino.
 

sábado, 9 de junio de 2012

EN ROSARIO, LAS BOCHAS
AÚN CONTINÚAN RODANDO
La actualidad de la actividad de la mano de Ariel Guerrero,
presidente de la ARB, y del bicampeón provincial Damián Chuda

 Por Jona Reimondi
 La única relación no es con el PAMI. A pesar de que tradicionalmente se asocie a las bochas con las personas de la tercera edad, los ancianos no son los únicos que practican dicho deporte. Una disciplina que sufre con el correr del tiempo, que cada vez está perdiendo su lugar en los clubes, pero que en Rosario sigue luchando por permanecer.
Como es sabido los deportes que no son populares, se desarrollan a la sombra de aquellos que mantienen la vanguardia del mundo deportivo. Pero una verdad es que a pesar de la poca y nula cobertura que tiene, las bochas, sigue manteniendo sus seguidores y junto a la Asociación Rosarina de Bochas (ARB) el cielo aún no se nubló del todo.

 La actualidad no tiene rasgos muy favorables en el país en relación a décadas pasadas, pero las provincias de Córdoba y Santa Fe acaparan el gran porcentaje de los bochófilos. Y dentro de ellas, Rosario es una de las cunas donde el deporte presenta competición de manera frecuente.
 La ARB, afiliada a la Federación Argentina de Bochas (FAR), contempla a veinte clubes federados de Rosario y sus alrededores. Un domingo cada dos semanas las bochas salen a rodar, en el marco de los torneos interclubes. Las categorías presentes son varias. Algunas de carácter obligatorios requeridas por la FAR como son: terceto, pareja e individual de la rama masculina y juveniles. Y otras que se dan de manera promocional como terceto, pareja e individual femeninos. Como es común los veteranos también tienen su lugar y algo que sorprende es que también hay competencia para infantiles y pre infantiles, categorías que no son muy concurridas pero nada impide que con el tiempo crezcan. Hoy en día son 250 los jugadores federados que intentan demostrar su precisión con la bocha. Un número menor al de años anteriores.  El promedio de edad es de 50 años, lo que hace que el mito de la relación bochas-ancianos de un paso al frente.

 Ariel Guerrero es el presidente de la ARB hace cuatro años y para dejar en claro la identidad de las bochas y el mito mencionado en el párrafo anterior dijo: “La bocha es tradicionalista. Es un deporte que viene de años. Hace dos años atrás en una encuesta provincial figuró como segunda, detrás del fútbol, en la concepción del deporte más federado. Eso no se conoce y parece raro. Pero otra cosa desconocida y que muestra rareza es que generalmente la bocha se relaciona con la gente mayor porque para el físico es un deporte completo. Hacés flexiones, caminás, corrás, hacés fuerza al lanzar el objeto. Cuando la persona sufre un mal cardíaco el medico lo aconseja. Por eso el promedio de edad gira en torno a los 50 años”.
No sólo lo físico entra en juego en un partido de bochas sino también lo mental. Armar estrategias para poder llevarte el partido. No dejarte superar por los nervios. La cabeza como un factor fundamental para acariciar la victoria.

Damián Chuda, campeón provincial dos años seguidos y gran valuarte del deporte bochístico nacional actual en la rama individual, ayuda a describir los factores que intervienen en un partido de bochas.

 Las sensaciones que tiene un bochófilo sobre las bochas son la misma que tiene el futbolista cuando sale a la cancha o un tenista. Es un deporte como cualquier otro.  La relación afectiva deporte-persona se da sea cual sea el deporte. Particularmente, la concentración es muy importante. Tenés que tener la concentración de un ajedrecista, la precisión de aquellos que practican tiro y la serenidad de un granadero”, expresó entre risas el jugador.


Las bochas como todo deporte amateur requieren un gran esfuerzo de sus deportistas. Dado que ellos no viven de su práctica e igualmente le deben dedicar el tiempo correspondiente a cada entrenamiento, a cada encuentro, a cada competición. 

 “Todo es complicado. Los entrenamientos se corren en el tema horario porque hay que trabajar, y por ahí hay cosas que se superponen. Igualmente no podés no entrenar. Si querés buenos resultados hay que practicar como cualquier deportista que busca el máximo nivel en su deporte. Si es posible dos o tres horas diarias tanto en el físico como en lo estructural del juego”, dijo el bicampeón provincial.
 Haciendo una infantil comparación con el fútbol, las bochas no tienen problemas arbitrales como suele suceder con el deporte líder, sino todo lo contrario.
 “El clima que rodea al deporte es bueno. Si tuviera que adjudicarle un adjetivo sería sano”, afirmó Chuda. Mientras que el presidente de la ARB también tiró flores al comportamiento de los jugadores: “Reglamentariamente tienen que existir árbitros, pero a veces hay partidos sin jueces. Nosotros lo denominamos el deporte blanco, el de los caballeros. Siempre hay buen trato entre los partícipes, cordialidad y respeto y se aplica el reglamento en buena ley”.
Pero los aspectos estrictamente deportivos no son los únicos que hacen al deporte. Existe un contexto social, el cual no es muy alentador.

 Con el correr de los años el deporte ha caído en cuanto al caudal de gente. Pierde en el mano a mano con muchos deportes y es por eso que ya no tiene muchos espacios físicos para  desarrollarse.
 “El deporte ha caído por no tener sponsorización. Se desarrolla en clubes de barrios y entonces se complica todo. La bocha siempre tuvo un inicio dentro de las instituciones barriales, al no haber dirigentes que pongan esfuerzo dentro de la disciplina se cae. Nosotros tratamos de mantener un programa anual para que aquellos clubes y deportistas que lo practican sigan en vigencia”, expresó Ariel Guerrero.
 Un problema que parece grave pero que realmente tiene coherencia. “Los clubes buscan espacios para incorporar las disciplinas que llevan socios. Una cancha de bochas ocupa un gran espacio porque tiene que tener 4 metros por 24 y dos chanchas el doble. Más de 200 metros cuadrados para las bochas es algo imposible para un club barrial. Es un deporte que no está en auge entonces los clubes buscan otras cosas para movilizar mayores ingresos que les permitan subsistir. Dentro de una institución bochas practican tres o cuatro personas”, reflexionó el presidente.

 Las palabras anteriores reflejan a las claras el presente del deporte. Pero no sólo la cuestión mencionada es lo que hace que las bochas estén decayendo, otro punto fuerte es que falta rejuvenecimiento en el deporte. Los jóvenes no sé acercan al club de barrio, buscan por ahí un club más grande y siempre terminan en deportes más promocionados.
Para Guerrero hay otra cuestión fundamental. “Ahora existe Internet, muchos se quedan en casa con la computadora y ni siquiera les interesa acercarse a un club de barrio, se relacionan por ahí”, dijo el mandamás de la ARB.
 Las bochas siguen de pie, al menos en Rosario, pero ya no se ve en los  clubes de barrio esa concepción familiar que tenían tiempo atrás. No quiero ponerme en el paradigma de los “antes era otra cosa”, pero en este caso y avalado por Guerrero, ya no es moneda corriente (y lejos está de serlo) la familia que se acercaba al club y los chicos que miraban las canchas, por ejemplo una de bochas y se arrimaban a preguntar ¿Esto qué es? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se llama? ¿Cómo se juega?  Y se motivaban y se interesaban. ¿Será que hoy en día el interés va detrás de otra cosa?


Por el momento la próxima cita será en un club de zona norte, Fortín Barracas, el 10 de Junio, y en Noviembre se hará el mundial en Misiones con presencia rosarina.
Mientras tanto por algunos clubes barriales la bocha sigue girando buscando su ubicación más cercana posible al bochín.