El Bayo Galliano y su
actualidad como DT
El ex arquero de Independiente Atletic Club de
Chañar Ladeado
se calzó el buzo de entrenador y se hizo cargo
de la Reserva
Por Bruno Camusso
En una agradable
tarde espera sentado en una reposera en el patio, fumándose un cigarrillo. Como
no podía ser menos, venía de jugar al fútbol en el campeonato social y tuvo que
cambiar el horario de la nota para poder asistir, avisando antes como
corresponde. A pesar de haberse retirado de las canchas, al ex arquero de
Independiente Atletic Club (IAC) de Chañar Ladeado, Andrés Galliano, le cuesta
separarse de las canchas.
Aficionado del deporte, esperaba por el
arranque del encuentro que más tarde disputarían Los Pumas contra los All
Blacks en el Estadio Único de La Plata, la transmisión del evento estaba en la
previa cuando todo estuvo dispuesto para comenzar con la nota. De manera muy
amable se dispuso a hablar sentado en la silla ubicada en la punta de la mesa
que se encuentra en el living de la casa.
El Bayo, como se lo conoce al rubio arquero,
tuvo una extensa trayectoria en la Liga Interprovincial de Fútbol del sur de la
provincia de Santa Fe como arquero de Independiente, también conocido como el
Coreano. Multicampeón con el club de sus amores, ahora vive un presente como
entrenador del equipo de Reserva con muy buenos resultados hasta el momento.
Su equipo fue campeón del Torneo Apertura,
derrotando en la final a Chañarense, clásico rival de Independiente.
Actualmente finalizó primero en la etapa regular del Clausura y se enfrentará
al club Federación de Los Quirquinchos por los cuartos de final.
Para comenzar a entender la historia hay que
empezar desde el principio, y comprende por qué el Bayo se hizo arquero.
“Arranqué de muy chico en el deporte, empecé a jugar al fútbol a los cuatro
años. Pasé por un abanico grande de puestos. En un momento jugaba arriba,
después me empezó a gustar la defensa y ya llegó una edad, más o menos a los 12
años, en donde terminé yendo al arco”, comentó. Galliano aclaró que la elección
del puesto no fue por nada en especial, sino que sólo notó que estaba teniendo
un buen desempeño debajo de los tres palos y ese fue el único motivo.
"Siempre mantuve una línea"
El actual entrenador de la división que precede a la Primera tuvo un paso exitoso en inferiores integrando la camada de jugadores de la categoría 1975, éxitos que después se terminaron dando en la máxima categoría. Sobre los motivos que derivaron en esos buenos resultados, el Bayo dijo: “No sé si es mérito de que todavía permanezca nuestra camada, al ser un club competitivo hubo ocasiones en donde no se apostó a una base local, y es que a veces se vienen arrastrando cosas y no es fácil, yo ahora lo veo distinto desde la otra vereda”.
El actual entrenador de la división que precede a la Primera tuvo un paso exitoso en inferiores integrando la camada de jugadores de la categoría 1975, éxitos que después se terminaron dando en la máxima categoría. Sobre los motivos que derivaron en esos buenos resultados, el Bayo dijo: “No sé si es mérito de que todavía permanezca nuestra camada, al ser un club competitivo hubo ocasiones en donde no se apostó a una base local, y es que a veces se vienen arrastrando cosas y no es fácil, yo ahora lo veo distinto desde la otra vereda”.
Galliano se refiere a la gran discusión que se
daba dentro de la institución en donde se concebía la idea de que la base de
jugadores local estaba descuidada. “A veces la gente pregunta cómo tal o cual
chico no está jugando, pero por ahí se fue a estudiar, cambió su ritmo de vida,
uno nunca sabe. Creo que se trabajó con lo que se pudo, medianamente cuidando a
las camadas locales pero se podrían haber hecho cosas más importantes en ese
plano”, opinó.
Más allá de eso, el ex
arquero opinó que el éxito futbolístico de IAC “se debe a los méritos del club,
por la intención de catalogar a la institución como un club grande y luego
trabajar de esa manera”. Completando la idea Galliano comentó que “no se es
profesional porque no se come, no se descansa y no se cobra como un
profesional, pero el entorno es casi profesional”.
A pesar de ser un ícono de la historia
coreana, el Bayo tuvo un paso por otra institución fuera de Independiente, el
club Cafferatense de Cafferata, institución de donde surgió Leandro Desábato,
actual jugador de Estudiantes de La Plata. “Se dio en un momento en donde yo
tenía ganas de probar algo nuevo. Cafferatense ya me había contactado en el 99
pero yo no quise saber nada y en el 2000 me volvieron a llamar y me gustó la
propuesta, era un desafío nuevo, algo lindo”, dijo Galliano.
La experiencia fue positiva y hablando con
dirigentes de Independiente el Bayo les aseguró que “suma el hecho de que un
jugador pueda desempeñarse en otro club por diferentes cuestiones, como poder
conocer otras realidades a nivel institucional”. Esto teniendo en cuenta que
Independiente es un club de gran presente económico y sin desmerecer en lo
absoluto a Cafferata, el Coreano tiene otras posibilidades a nivel financiero a
diferencia de muchos de los clubes que integran la Liga.
Además de ser reconocido por su gran
trayectoria como arquero de IAC, Galliano cobró notoriedad en la Liga por su
temperamento dentro de la cancha, que muchas veces lo llevó a protagonizar
peleas y discusiones con árbitros y rivales. Sobre la opinión de sus compañeros
sobre su comportamiento en esos episodios, el Bayo comentó: “En los planteles
que me tocó integrar me pasaba que por mi carácter por lo general era un
referente, un caudillo en el grupo, así que nunca nadie me dijo nada. Ahora
viéndolo del otro lado me doy cuenta por qué no me reprochaban nada, siendo por
ahí el más grande del equipo o alguien con voz de mando y experiencia”.
Igualmente el DT aclara que esas cuestiones
nunca lo afectaron luego de los 90 minutos. “Las cosas quedaban adentro de la
cancha, gracias a Dios nunca tuve problemas fuera de un campo de juego, es más,
encontrás gente que por ahí te cataloga de una determinada manera y después
cuando te trata se da cuenta de que no es así. Como jugador defendía lo mío,
como otros defendían lo suyo, pero una vez que terminaba el partido quedaba
todo ahí. Al final son anécdotas que después te quedan”.
Más allá de que le cuesta definirse a sí
mismo, Galliano tiene en claro qué clase de jugador fue y sus virtudes y
defectos. “Era un jugador temperamental, con mucho corazón, que se brindaba al
100 por ciento por el equipo. A lo mejor tapaba muchas falencias justamente por
eso, por mi temperamento, por mi amor propio”, expresó.
Modestia aparte, el Bayo
no resaltó que en los momentos finales de su carrera tuvo buenas actuaciones y
en partidos importantes, al respecto comentó: “Nunca entré en mal estado a
jugar, soy de los que piensan que cuando me tocara entrar en una cancha y hacer
papelones iba a dejar de jugar”.
Galliano fue partícipe de muchos festejos de
Independiente dentro de las canchas de fútbol y entre tantos éxitos destaca el
último campeonato conseguido por el club, que marcó el final de su carrera.
“Sería hipócrita si te dijera que este último no tuvo una carga emotiva
diferente por todos los condimentos que tuvo. Por ser un clásico, por jugarse
la final en un tercer partido a puertas cerradas, por ser el centenario de
Chañarense, por ser la primer final de la Liga televisada y transmitida en vivo
en la historia. No sé si se va a volver a dar un encuentro de semejantes
características”.
Igualmente el Bayo considera importantes y
diferentes uno del otro a cada uno de los títulos que consiguió vistiendo los
colores de Independiente. “Todos los campeonatos te dejan algo. Todos tienen
una vivencia distinta, yo les digo a los jugadores que llegar a cumplir tus
objetivos te da algo que no te lo quitan más. A veces compartís planteles en
donde a lo mejor no lograste cosas importantes y de todo ese grupo de jugadores
te hablás con dos. Pero con ese grupo con el que saliste campeón te queda una
cuestión de piel y de sensaciones vividas que no te las olvidás nunca”, remató.
El actual director técnico de la Reserva no se
esperaba estar dirigiendo al equipo y comentó que “fue algo que no tenía en los
planes”. Sumado a esto el Bayo opinó que le gusta el nuevo rol que está
cumpliendo, pero que no está seguro de “poder hacer de esto una fuente de
trabajo”.
Cuando se lo propusieron de entrada, la idea
no le convenció mucho al rubio ex arquero, ya que no se sentía preparado para
una responsabilidad semejante y temía poder pasar sin dejarles nada útil a sus
dirigidos. “Con el tiempo me fueron convenciendo y cuando propuse que me
acompañara Ezequiel Arce (con quien fui campeón en 2007, que es una gran
persona, un amigo y que siguió siempre cerca del club) los dirigentes
aceptaron. Y ahora que estoy recorriendo este camino muy contento, descubrí que
realmente me gusta, trabajás con chicos jóvenes, hay mucha gente buena en el
plantel, buenos jugadores y la idea es poder dejarles algo de como uno ve y
vive el fútbol y lograr que ellos lo puedan asimilar”, completó Galliano.
A pesar de su vasta
experiencia como entrenador, ya tiene una idea clara de cómo quiere que jueguen
sus equipos. “Me gusta que mis equipos tengan actitud y desde lo táctico por lo
que es la zona, me gusta plantear un 4-4-2, en realidad es un 1-4-4-2 como me
decía un técnico que tuve cuando me preguntaba cómo me gustaba jugar y yo le
decía: ‘4-4-2’.
Y me contestaba: ‘¿Y cómo? ¿Sin arquero? ¿Vos que sos arquero no te ponés?’”,
comentó el Bayo entre risas. Además agregó que tácticamente le gusta “que los
volantes por afuera hagan el carril completo, que los volantes centrales tengan
llegada, algunas de esas cuestiones”.
Su mujer y sus hijos llegaron y la casa se alborotó
un poco más, pero la charla no se detuvo. Siguió y fue acompañada por dos vasos
de jugo que acercó su señora para poder refrescarse un poco la garganta y
continuar con la interesante conversación.
Actualmente la Reserva está gozando de un buen
presente y Galliano comentó por qué se les están dando las cosas. “A veces los
cargo y les digo ‘vieron que el técnico no sirve para nada’. Más allá de la
importancia de los esquemas tácticos y el trabajo durante la semana tiene todo
mucho que ver con lo que sienta el jugador, un 80 por ciento está relacionado
con la confianza, con lo que pasa dentro de la cabeza del futbolista”, expresó.
Para poder lograr esto, el Bayo deslizó un
concepto muy interesante que tiene que ver con el aspecto grupal. “Pienso que
más allá de los grandes equipos las cosas las ganan los grandes grupos. Cuando
todos están comprometidos, van a entrenar, se entienden, se ayudan entre sí,
hay una competencia por puesto sana, eso te da la pauta de que están para
pelear cosas importantes y hoy los chicos están haciendo eso”, describió. “Yo
les digo, equivocado o no, que tienen que estar convencidos de lo que les
decimos. Si se les ordena algo en un momento, responder a esa orden y después
si hay distintos puntos de vista charlarlos en el vestuario, por suerte lo
están entendiendo así”, dijo para finalizar con el tema.
El año anterior surgió la discusión dentro de
las arcas del club de la necesidad de realizar un cambio en la forma de jugar
en inferiores, ya que no estaban saliendo jugadores con condiciones para
Primera y se sabía que había un conflicto entre el técnico encargado de las
inferiores, Walter Castenetto, y la dirigencia de la primera división. “En mi
caso tengo buena relación y ese tema lo he hablado con Walter, que es un profesional
que hila muy fino en lo físico y por ahí descuidaba un poco la parte técnica,
pero creo que eso ha cambiado. Hubo también una decisión del club para que así
sea y ahora él y su grupo de trabajo se adaptaron a esas exigencias y por
ejemplo si antes trabajaban 10 puntos en lo físico y cuatro en lo técnico,
ahora estarán trabajando siete puntos en ese aspecto. Y con los chicos que he
subido de Quinta cuando tuve faltas en mi plantel realmente se nota ese
cambio”, dijo Galliano.
“Igualmente el análisis que debe hacerse es
más profundo, pero con esta metodología de trabajo no solamente va a llegar el
que tenga condiciones innatas sino también el chico que trabaje y se esfuerce
por mejorar y así las inferiores van a poder aportar cada vez más jugadores”,
agregó. Para lograr este cambio desde la división que dirige, el Bayo comentó
que lograron convencer a sus jugadores de que “ellos tenían que esforzarse por
tratar de ser los mejores y poder categorizar la categoría. No tomar a la
Reserva como algo menor, sino tomarlo como el gran paso a Primera y poder darle
prestigio. Cuando eso se logra, a partir de ese punto se puede exigir y los
chicos pueden demostrar que están capacitados para jugar en la máxima categoría”.
Reconocido por ser pasional en la cancha,
expresó cómo vive los partidos desde el banco de suplentes. En realidad desde
el otro lado del tejido, ya que todavía está purgando una suspensión que
acarrea desde cuando se retiró, en el partido de vuelta de la final antes
nombrada ante Chañarense, en donde agredió al árbitro del encuentro por
expulsarlo injustamente y ese fue el hecho que marcó el final de su carrera,
más allá de que se hablaba de que ese iba a ser el último campeonato del Bayo,
que a pesar de no jugar el partido definitorio pudo festejar de igual manera.
“Voy a poder ingresar más o menos para mayo del año que viene. Como entrenador
lo vivo también muy apasionado, un poco más frío desde la parte táctica y
estratégica. Creo que soy muy apasionado en la semana y el domingo bajo un poco
las revoluciones para poder vislumbrar en qué sector te están lastimando, cómo
lastimarlos a ellos, más allá de las charlas durante la semana y la arenga en
el entretiempo no te podés encasillar solamente en eso porque te quedan muchas
cosas afuera”, sentenció.
Uno nunca sabe qué le puede deparar el futuro,
y más allá de que este no es el momento y él piensa que no va a terminar
dedicándose a la dirección técnica, no está de más preguntarle si en algún
momento, con todas las condiciones dadas, el Bayo pueda hacerse cargo del
primer equipo coreano. “No lo tengo en mente, sé que es un lugar en el cual hay
que estar capacitado para poder ocuparlo. Creo que me faltan algunas cosas para
poder encarar un desafío tan grande. No sé si quiero hacer de esto una profesión,
más allá de que me encanta la parte técnica, lo que sí tengo muy en claro es
que disfruto mucho formando parte de un plantel”, dijo Galliano, resaltando que
integrar un equipo era una de las cosas que más extrañaba debido a que se
retiró hace poco de tiempo de la actividad futbolística.
Luego de una extensa charla (que ocupó toda la
previa de Argentina – Nueva Zelanda antes del encuentro por el Rugby
Championship) los equipos están en la cancha escuchando los himnos. La tarde
sigue siendo agradable, un poco más fresca, y el Bayo se despide pidiendo que
le pasemos la nota una vez publicada y con la sensación de haber transmitido
todo lo que piensa del fútbol. Un deporte que ya no practica en la alta
competencia, pero del que, al parecer, le es muy difícil despegarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario