lunes, 29 de octubre de 2012

Y UN DÍA VOLVIÓ ORCELLET

DE NUEVO EN SU TIERRA


Por Jonatan Reimondi
Un trotamundos. De la localidad entrerriana de Villa Elisa a La Boca, Buenos Aires. Siendo muy jovencito y con inferiores en el conjunto xeneize retornó a la provincia que lo vio nacer, para radicarse en Concepción del Uruguay y formar parte de Gimnasia, quizás, su lugar en el mundo. Las excelentes actuaciones en el Nacional “B” y el casi ascenso a Primera División en la temporada 2001/02, hicieron que haga escala en Nueva Chicago, para que en menos de dos años trascienda las fronteras para formar parte del Valladolid español. Una temporada en la Península Ibérica y pasaje a Córdoba, lo esperaba Talleres. En el 2005, en suelo Bonaerense, se puso la de Lanús, y al año siguiente se calzaba los colores de Arsenal de Sarandí. En el club del viaducto estuvo seis temporadas. Es verdad que nunca gozó de la titularidad del arco, pero… ¿Quién le quita lo bailado? Se adjudicó el reciente torneo Clausura e incluso viajó a Japón a jugar la Sugura Bank, luego de haber sido parte del equipo que levantó la Sudamericana 2007.
Con la chapa de campeón argentino recién estrenada dejó tierras bonaerenses para volver a su querido Lobo entrerriano. A los 34 años y luego de viajar de aquí para allá, Catriel Orcellet quiere sólo una cosa: sacar a Gimnasia del Argentino A y depositarlo en la B Nacional.

-¿Cómo fue volver a Gimnasia luego de diez años?
Cuando me fui en el 2002 sabía que tarde o temprano iba a volver. Uno siempre vuelve a su casa y esta no iba a ser la excepción. Hace varios años que venía hablando con los dirigentes sobre una posible vuelta, pero todavía tenía una deuda pendiente en Arsenal. Mi objetivo era poder consolidarme en el club de Sarandí, pero por diferentes razones no lo logré, pero igualmente estoy contento y satisfecho con la carrera realizada.
Cuando terminó el torneo, a mediados de año, ya estaba decidido mi retornó a Entre Ríos. Hacía meses que había comunicado mis intenciones de volver al final de la temporada y las cosas se dieron rápido y por suerte con el mejor cierre en Arsenal.
Sentimentalmente, uno es feliz de poder culminar su carrera en el lugar donde debutó. Yo le debo mucho a Gimnasia, y más allá del afecto que le tengo al club, todavía soy profesional y vine con ganas de lograr cosas positivas. Llegué para sumar, mejorar la campaña del año pasado y si se puede, pelear lo más arriba posible, sino se da esta temporada será la próxima.
     "Catriel Orcellet"

-Exactamente tu regreso se dio a diez años de la mejor campaña de Gimnasia en su historia, que fue esa promoción (2002) en donde estuvo a punto de ascender a primera.
Sí, es de los mejores recuerdos que tengo en mi vida deportiva. Pese a la derrota, ese ida y vuelta de la promoción con Unión (Gimnasia ganó 3 a 1 de local y perdió 3 a 0 en Santa Fe) fue de las mejores sensaciones que me dejó el fútbol. No sólo porque se estuvo a un paso de lograr un ascenso a primera división, que no es común en Entre Ríos, sino también por todo lo que enmarcaba a ese equipo. El grupo humano era maravilloso, además de jugar con mi hermano Hernán, estaba Luciano (Leguizamón), Diego (Ceballos), Juan (Monge), entre tantos otros que después pasarían al fútbol grande.
No quiero ser redundante, pero sin dudas, eso fue de los mejores momentos que me dio el fútbol. Ahora diez años después ojalá se repita.

-Actualmente…el arranque del torneo Argentino “A” no fue muy bueno ¿Se puede mejorar?
El comienzo fue bastante dubitativo hasta la fecha cinco. Jugábamos bien de local, pero no se daban los resultados, y de visitante no podíamos encontrar el mismo juego que practicábamos en Entre Ríos. Obviamente, el quiebre se vio en la fecha seis, donde conseguimos la primer victoria ante Racing (Olavarría) 3 a 2. A partir de ahí, ganamos dos y empatamos otros dos y ayer cosechamos una nueva igualdad en Villa Ramallo (0 a 0 contra Defensores), en un partido donde merecimos más y volvimos a casa sólo con un punto. Igualmente, el Argentino A es largo, estamos a nueve puntos del puntero (Dep. Maipú) pero queda mucho por recorrer. Hay que tener en cuenta que el torneo es tan largo como complejo. 


-Haciendo un poco de historia, ¿qué mención hacés del recorrido de tu carrera? 
En el 2002 fue mi último partido en Gimnasia y desde ahí fue complicado. Todos los años cambiar de un lugar a otro. Primero fue Buenos Aires, después España, siguió Córdoba y seis años en el Arse. Por suerte y para la tranquilidad de mi familia este último tiempo tuve la posibilidad de quedarme en un mismo club.


-¿Cómo se explica el proceso Arsenal en tu historia?
Fueron seis años donde estuve bien, cómodo y con muchas expectativas. Mi familia estaba asentada de la mejor forma posible, así que eso me daba mucha tranquilidad para quedarme en el club y buscar mi mejor versión para pelear un puesto.
Futbolísticamente, me hubiese encantado poder hacerme del arco en algún momento. Más allá del comienzo de la temporada 2008, donde ataje los primeros partidos del torneo y la fase de grupos de la Libertadores, después nunca tuve la continuidad que hubiese querido. Pero bueno, son cosas que pasan, tenía la opción de irme pero por las comodidades que mencioné anteriormente preferí quedarme ahí.
Puntualmente, este reciente torneo, me tocó ser suplente de Campestrini, y sólo actué como titular en un partido. Igualmente ser parte del conjunto campeón es una alegría que no tiene precio. No todo jugador de fútbol tiene la suerte de salir campeón alguna vez del torneo argentino.

  -¿Por qué crees que nunca tuviste continuidad como titular en el arco de Arsenal?
Cuando llegué al club esperé la posibilidad, pero por ese entonces estaba atajando Mario (Cuenca), y su nivel era bueno. Cuando él bajó su rendimiento, yo, lamentablemente, me fracturé y estuve seis meses parado, y ahí fue que vino Campestrini a ocupar mi lugar. Y bueno, después a mí me costó mucho, pero siempre uno trata de hacer las cosas lo mejor posible para estar preparado cuando le toque. Nunca se sabe cuando va a llegar el momento.

-¿Cómo fue el paso por el Valladolid español?
Fue más que nada un paso que aportó experiencia. Me sirvió para conocer nuevos horizontes, una frontera que me abrió el fútbol. No atajé mucho en España. Sólo dos partidos. Recuerdo la rareza del debut, contra el Racing de Santander, perdíamos uno a cero, habían expulsado al arquero y entré a ocupar el arco. Era penal para ellos, lo atajé. En el segundo tiempo, menos de quince minutos y otro penal para el Racing. Nuevamente atajé el disparo, era mi día, pensaba interiormente. Finalmente, con diez jugadores era difícil y terminamos perdiendo cuatro a cero. Después atajé unos minutos sobre el final de la temporada pero nada más.

-¿Talleres y Lanús son los pasos previos a Arsenal?
Sí, por ahí en Talleres tuve un poco más de oportunidades que en Lanús, pero en ninguno de los dos clubes tuve la continuidad necesaria como para demostrar mi nivel. Pero igualmente, cada lugar a donde fui sirvió para incorporar cosas nuevas. Fui un privilegiado que a lo largo de mi vida pude trabajar de lo que me gusta.

   -Para finalizar distendido, ¿sos hincha de Boca?
La verdad es que de chico uno siempre fue fanático de Boca, pero quizás cuando me fui a vivir a Concepción y empecé con los torneos del interior en Entre Ríos, me hice mucho más hincha, más fanático de Gimnasia. Hoy sufro mucho más por el Lobo.

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