El futsal en Rosario
y los fallos arbitrales
y los fallos arbitrales
Opinan sobre este tema el presidente de Arofusa Miguel Gonzalo
y el joven jugador del club Unión Argentina Nicolás Vázquez
y el joven jugador del club Unión Argentina Nicolás Vázquez
Por Luis Capriotti
Hoy en día en Argentina quejarse de los árbitros se convirtió en un verdadero deporte nacional. Hinchas, jugadores, directores técnicos, dirigentes, todos se sientes perjudicados por errores arbitrales. Y esto sucede en todos los deportes; fútbol, básquet, tenis, vóley, hockey, rugby, etcétera.
El fútbol de salón en Rosario no es la excepción. Durante la temporada pasada fueron muchos los encuentros que terminaron en escándalo por fallos de los jueces. Partidos suspendidos, jugadores y técnicos expulsados y sancionados y penales claros no cobrados fueron los principales hechos que empañaron el campeonato.
El fútbol de salón en Rosario no es la excepción. Durante la temporada pasada fueron muchos los encuentros que terminaron en escándalo por fallos de los jueces. Partidos suspendidos, jugadores y técnicos expulsados y sancionados y penales claros no cobrados fueron los principales hechos que empañaron el campeonato.
Pero el hecho más resonante ocurrió en un partido de Primera “B” cuando un jugador, que estaba a punto de retirarse de la actividad, agredió físicamente a dos árbitros que minutos antes lo habían expulsado. Este fue el mayor punto de inflexión que llevó, luego de una extensa reunión entre dirigentes de Arofusa (Asociación Rosarina de Fútbol de Salón) y los clubes, a la suspensión del torneo durante dos semanas y a la suspensión de por vida de toda actividad relacionada con el futsal al jugador agresor.
Miguel Gonzalo es el presidente de Arofusa, afirma que “la pata más floja de la asociación, como en casi todos los deportes, está en el arbitraje” y que no pueden encontrar árbitros con verdadera vocación.
Miguel Gonzalo es el presidente de Arofusa, afirma que “la pata más floja de la asociación, como en casi todos los deportes, está en el arbitraje” y que no pueden encontrar árbitros con verdadera vocación.
El colegio de árbitros pertenece a Arofusa, Gonzalo sostiene que “la mayor materia pendiente es formar un colegio de árbitros de jerarquía” y que además han hecho cursos en los lugares donde se estudia educación física que fueron un fracaso ya que la mayoría de los egresados no tenían vocación para dirigir.
“El juez cuando tiene capacidad no es soberbio porque la capacidad lo pone frente a cualquier inconveniente”, manifestó el dirigente sobre las actitudes de algunos jueces. También señaló que “el árbitro no sólo dirige también tiene que contemplar cualquier situación que se genere antes durante y después del partido”.
Actualmente no existe ninguna entidad para protestar en contra de los fallos arbitrales como si sucede en otros deportes. “A través de una asamblea se determinó que los árbitros no pueden ser recusados, ni poner en duda su honorabilidad, lo que sí se puede a través de los delegados de cada club es denunciar si un árbitro fuma o toma antes del partido o si tiene algún improperio o enfrentamiento con alguien”, manifestó el dirigente.
Los conflictos con los árbitros no solo suceden en primera división, en inferiores fueron muchas las polémicas que se generaron, Nicolás Vázquez es un jugador juvenil del club Unión Argentina. Sostiene que “el nivel arbitral es como en todos lados”, que la mayoría de los jueces son de regulares para abajo y que son solamente dos o tres que son buenos y te dan seguridad a la hora de dirigir.
Vázquez hizo referencia al trato que tienen los réferis con los jugadores de divisiones inferiores: “A los juveniles, que somos muchos más jóvenes nos maltratan constantemente y vos no les podes decir nada porque sino después te echan y te comes una sanción dura”.
“No creo que acá en la liga haya árbitros que se dejen sobornar, y menos en una categoría juvenil. Si te perjudican o benefician es por errores de ellos, no porque estén pagos”, declaró el jugador sobre las sospechas que se generaron durante la temporada pasada.
Los árbitros no dejan de ser personas y se pueden equivocar como lo hace cualquier profesional en su trabajo, así como en un partido te pueden beneficiar al siguiente te pueden perjudicar, pero todo esto no deja de ser un simple deporte y a la hora de quejarse o protestar hay que ver los errores propios, para poder corregirlos, y no los de los demás.
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